Desde cualquier estancia o terraza de Basarte Cottage puedes ver colinas ondulantes, frondosos prados verdes y un espectacular viñedo donde todo tiene el regusto de una estampa rural típica del País Vasco. Descubrir este coqueto baserri que se erige entre los pliegues del interior, ha sido un viaje en el tiempo que continúa dedicado a la agricultura. Un lugar que ha sabido envejecer como una señora elegante, que sin ocultar sus arrugas exhibe la más pura esencia. Al campo se viene a explorar el alma rural que todos llevamos dentro. Esas mañanas soleadas cuando las txalas pastan en el prado, y también en los días lluviosos con el azote del viento entre los arboles y la atmósfera inundada de un toque misterioso. Basarte es hoy un pequeño Cottage en medio de la naturaleza, sencillo y con un encanto irresistible. Ideal para encontrar calma y silencio porque recuerda a esa tranquila vida de campo, en la que las preocupaciones desaparecen y se puede disfrutar de los pequeños placeres de la vida. La naturaleza entra en Basarte y el tiempo no pasa. Tranquilidad, paz, sosiego... son las sensaciones que te invaden desde cualquier huequito del Cottage. Un templo al slowlive. Soy Alicia, la anfitriona de este encantador alojamiento, entrañable y hogareño; en el que disfruto haciendo a los demás disfrutar. Tan sencillo como eso.