Opiniones del Popochos Beach Eco Lodge

El lugar es un paraíso junto al mar. La playa es especial para poder recorrerla sin gente, viendo cangrejos y aves y escuchando el sonido de las olas. Las puestas de sol son increíbles. El alojamiento es muy cómodo y las vistas preciosas. Era un placer tumbarse en la hamaca mecido por el sonido del mar y los pájaros. El personal es muy amable y encantador, siempre atento a las necesidades de los clientes. Facilitan excursiones desde el alojamiento, así como los traslados en barca al pueblo y al aeropuerto. La relación calidad precio es muy buena. Nuqui es de esos sitios auténticos aún no explotados por el turismo en los que te sientes muy a gusto. Estefanía, enhorabuena por este lugar tan mágico que regentas con mucha profesionalidad y un trato familiar y amigable que lo hace aún más especial.

Las instalaciones, la ubicación, el aseo, el personal es muy amable, las chicas de la cocina, Stephany y Hugo hacen que sea una verdadera experiencia. El avistamiento de ballenas es una cosa que sí o sí se debe hacer en la vida, Nuquí es un lugar maravilloso.

Nada

Hugo es un excelente anfitrión, te ayuda desde que llegas al sitio, y puedes coordinar con él los tours y planes para hacer en el lugar. Increíble servicio por parte de todo el personal, muy amables, amigables y colaboradores, te hacen sentir en casa desde que llegas. Nosotros viajamos con nuestra hija de 6 años, y se portaron una maravilla con ella. En cuanto al lugar, es totalmente mágico, en primera linea de playa y completamente alejado de cualquier ruido. Para desconectarse de todo! Recomendado al 100%

Realmente TODO es espectacular. De pronto mejoraría un poco la variedad del menú en el sitio, y de ser posible, vender consumibles, pues si te antojas de una gaseosa o algo de paquete, debes ir hasta Nuqui o encargarlo por domicilio al sitio.

Me hospedé en Popochos y fue una experiencia inolvidable. Desde que llegué me sentí muy bien, la calidez de Hugo, Estefanía y el personal hacen que te sientas en confianza. Despertar con el sonido del mar y disfrutar de la playa casi desierta hicieron de mi estancia un verdadero regalo. Es un lugar que se queda en el corazón y al que sin duda quiero volver. El personal te ayuda con los tours y el transporte fluvial, las camas y almohadas son muy cómodas, las habitaciones amplias y el agüita de coco deliciosa🥰 No duden es hospedarse en este lugar!!!

Todo me gustó

Todo, ha sido el lugar mas "ecolodge" en el que hemos estado en Colombia

La amabilidad del personal y la ubicación al lado de la playa. Hugo, Estefanía, Neibi, Cesar, Mariza y Marluz fueron encantadores. Un paraíso al que volveremos.

Todo perfecto.

Todo está perfecto! Una vista increíble y una tranquilidad inigualable. El apartamento es hermoso y hay todo lo necesario para cocinar. Recomiendo al 100% ese alojamiento hermoso 🤩

No hay nada que criticar! Tal vez solo tener en cuenta que no se puede comprar ninguna bebida o comida, nada más es cocinar o comer en el restaurante del hotel. Pero hay agua y café en libro servicio.

Es un sitio fantástico donde nos hemos sentido como en casa. El lugar es maravilloso delante del mar y de una playa muy bonita. La amabilidad del personal es lo más. Toda la comida estaba deliciosa. ¡Volveremos!

Nada

La atención y calidez de las personas... además de la hermosa vista

Popochos es un lugar único, donde la tranquilidad y el contacto con la naturaleza son únicos, todos sus empleados y sus dueños son personas sonrientes, amables y dispuestas a dar lo mejor de si para hacer de esta experiencia única ! Con seguridad volveremos

Nada todo fue espectacular

La habitación que era el estudio frente al mar es espectacular. Tiene todo lo necesario y ademas es precioso. El personal es lo mejor que tienen, siempre pendientes de ti y de cualquier cosa que necesites. Especial mención a Hugo que es a parte de un magnífico profesional una grandísima persona. Es el valor añadido que tiene el lugar sin duda. Ojalá volver a vernos en el futuro. Recomendadísimo sin duda

Nada, todo fue de 10

Todo. Sobre todo la vista al océano

Tal vez disponibilidad de comidas. (Más variedad)

Excelente lugar muuuy recomendado

El lugar es muy tranquilo, alejado del pueblo, solamente se escuchan las olas del mar y los pájaros al amanecer. Las personas que atienden son muy amables y siempre resuelven todo lo que necesitas. Estefanía, Neila, Maritza, Hugo, Rocky (perro). Es la selva delante del mar

La atención de las personas dentro del hotel es maravillosa, nos facilitaron muchas cosas, la habitación maravillosa, recomiendo que visiten el hotel especialmente en la habitación de estudio con vista al mar (la habitación se llama María Mulata)

Es un hospedaje muy rústico pero cuenta con todo lo necesario. La cabaña estába muy linda, situada a un par de metros de la playa. Para quienes les gusta estar rodeado de naturaleza, es un sitio espectacular! Nos encantó! El personal es super amable. Hugo y su esposa Neila son unos excelentes anfitriónes! Neila y Maritza son unas excelentes cocineras (las aperas mas ricas que he comido)! Muchísimas gracias a los 3 por su amabilidad, disposición, recomendaciones y los ratos de charla. Nos encantó conocerlos! ❤️

Está en medio de la selva y tienes todo lo necesario.

Nada.

Es un lugar precioso muy cerca a Nuqui! Los administradores son muy amables y apoyan mucho con todo. El cuarto es muy lindo y el lugar es muy limpio. La comida es excelente. La playa es preciosa y casi no hay gente.

La calidez humana y servicio del señor Hugo y su familia es excepcional. El lugar es espectacular, su ubicación es estratégica y queda en la mitad de las demás playas. Es un destino para volver.

Desayuno típico y muy bien preparado. Además con las frutas del lugar. Un jugo de guanabana que encanta a los turistas extrangeros y una piña que cultivan en el lugar de una textura y sabor escepcionales

Como el hotel no ofrece almuerzos y comida y está retirado de el centro de Nuquí, sería bueno tener un sistema de "domicilios" eficiente cuando uno por el cansancio del día no quiere aventurarse a cenar en el pueblo

El sitio es espectacular, tener un spot así es un privilegio. El staff te hacen sentir como en casa, Hugo y su familia eran un encanto.

Nada

Hugo, Neila, Neibi, Juliana y Marisa fueron muy amables todo el tiempo. Tuvimos la sensación de estar en familia. Como hay pocas cabañas, se crea una buena conexión entre los huéspedes también. La comida era deliciosa!