Borda de Fadrín es un pajar típico del Pirineo aragonés construido en piedra. Recientemente lo hemos reformado para ofreceros el mejor entorno de descanso en vuestra escapada. La borda se ubicada dentro de una era ajardinada (3.000m2) donde se encuentra también nuestra casa y la piscina. El pueblo es recogido y por eso no tiene bares ni tiendas. A cambio hay casas de las de antes, calma total, montaña y una maravillosa puesta de sol. ☞ Pásate por nuestro Insta para conocernos mejor: @Bordadefadrin

Hola, Somos Inma y Ángel. Manchega y jacetano de nacimiento. Hace casi 30 años que encontramos este trocito de monte que es Ipiés, y desde aquí recorremos junto a nuestra familia cada rincón del Pirineo. Hasta la pandemia alquilábamos una habitación de casa. Ahora hemos decidido reformar el pajar independiente para seguir recibiendo a aquellos que quieran conocer la zona. A petición vuestra podemos aconsejaros qué ver, dónde saborear los mejores platos o cómo aprovechar el tiempo según la época del año. Estamos de suerte hay variedad para todos los gustos y edades. Disponemos de folletos de la zona con horarios y explicaciones. ¡Cualquier duda, contacta!

Desde Borda de Fadrín hay muchos planes para disfrutar. Aunque a dos km de la Borda hay una parada de la línea de autobús Zaragoza-Jaca. Recomendamos desplazarse en vehículo particular. Desde la puerta de casa sale una pista que os llevará al antiguo Monasterio de Fanlo. La senda sigue y asciende hasta una cota de 1.300 metros para divisar por completo el Pirineo. Desde Ipiés se llega pronto a todas las pistas de esquí del Pirineo central. Formigal y Panticosa (en el valle de Tena) pero también a Candanchú y Astún (las del valle del Aragón). El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido se encuentra más cerca gracias a la carretera Yebra-Fiscal. Jaca, San Juan de la Peña, Santa Cruz de la Serós, Siresa, Loarre o las Iglesias mozárabes del Serrablo son el legado monumental (a partir del s. X) que nos rodea. Las poblaciones de Hecho, Ansó, Ainsa, Biescas y Sallent de Gállego son el mejor ejemplo de construcciones robustas de antaño. Y si alguien prefiere cruzar la frontera, os podemos direccionar al contiguo Valle francés de L´Aspe. A sus pueblos medievales con ferias de artesanos en donde adquirir quesos, pan, Patés...