En medio de un cuidado jardín del desierto, se encuentra esta preciosa casa rural. El único dormitorio disponible, para una o dos personas, es sumamente tranquilo luminoso y confortable. Los huespedes podrán disfrutar de los jardines interiores, el solarium y los rincones mágicos del jardín exterior para trabajar, meditar, practicar deporte o yoga. Compartirán la casa unicamente con el anfitrión, quien siempre se mostrará dispuesto a hacer su estancia agradable y a respetar su intimidad. La zona ofrece paisajes de gran belleza, y estupendas posibilidades para practicar la natación, el ciclismo y el senderismo. El lugar ideal para pasar unas vacaciones inolvidables fuera del ruido y del turismo masificado.

Jardinero de origen andaluz, llevo tanto tiempo viviendo en esta isla que me considero un lugareño más. Tal vez por eso adoro estos paisajes áridos: sus palmeras, volcanes y plantas suculentas. A lo largo de los años he ido restaurando la casa de campo donde vivo y cultivando los jardines que la rodean. Ahora estoy contento de poder compartir con viajeros de todo el mundo este espacio de serenidad y armonía.