Este apartamento está situado en la bonita plaza Anselmo Clavé, 2, delante de un monumento histórico, la iglesia de Sant Pol, en Sant Joan de les Abadesses. Desde los tres balcones de cada estancia, se puede disfrutar de una vista aérea preciosa de la plaza al ser el tercer piso. Es acogedor, todo exterior, soleado y tranquilo. En época de calor, el apartamento mantiene la temperatura de veinte grados. Se hace especialmente agradable en verano para contrarrestar el calor exterior. La cocina está totalmente equipada, microondas y nevera. Está ubicada en la misma sala de estar, de manera que el trabajo de cocina queda integrado en un solo ambiente. También tiene calefacción y televisión en la sala de estar. Las dos habitaciones tienen un balcón que da a la plaza, una de matrimonio, y otra con dos camas. Tendréis todo lo necesario para tener una buena estancia. Es ideal para cuatro adultos o dos adultos y dos niños o niñas. Seréis todos y todas bienvenidos. También podéis traer vuestro perro o gato. Ya tenemos wifi desde este nuevo año.

Hola. Me llamo Olga. Os ofrezco este acogedor apartamento para que podáis conocer el pueblo de San Juan de las Abadesas y apreciar su valor histórico y la belleza natural del entorno. Hacer senderismo, bicicleta, apreciar el arte, la cultura, la fotografía y la gastronomía son parte de mis aficiones y que vosotros también podréis practicar durante vuestra estancia. Intentaré aconsejaros según vuestras preferencias para sentiros bien. Lo que más me gusta de recibir a mis clientes es ver que se vayan satisfechos. Compartir con otras personas una parte de mi vida me llena de satisfacción. Os espero.

El barrio donde nos situamos, es una parte histórica del pueblo. Está delante de la Iglesia y del campanario de San Pol. También estamos en el camino del puente viejo, que data del siglo IX y muy cerca del solemne Monasterio benedictino fundado por Wifredo el Velloso, en catalán Guifré el Pilós, para su hija Emma, único de mujeres en su época. Se puede visitar el conjunto histórico Monasterio, Claustro y el Museo de la tradición oral, que narra la leyenda del Comte Arnau. También es conocida la Ruta del Ferro, una vía verde, para pasear o ir en bicicleta, que une el pueblo de Ripoll con Sant Joan de les Abadesses y Ogassa, antiguo enclave de las minas de carbón. Para los alpinistas, está la montaña emblemática, el Taga, el Santuario de Núria, la estación de esquí de Vallter y la Molina, donde se puede practicar esquí y senderismo. La belleza de las montañas del Pirineo es el marco que envuelve el pueblo. Goza de la paz y la energía de los bosques, los prados y el rio Ter Para los amantes de la gastronomía, hay una buena oferta de restaurantes dentro del pueblo como en sus alrededores. Para llegar se viene por la carretera que va de Ripoll a Camprodon, que está a 14 kilómetros.