Lindo departamento ubicado a 5 minutos del centro en el ultimo piso (3ro) de un edificio pequeno (no cuenta con ascensor). Esta todo equipado

Vitré es una ciudad pequeña, tranquila, con calles peatonales, y con todo el sabor del representativo "savoir-faire" o arte de vivir francés. Y en esta calma que rodea Vitré, se respira un ambiente animado con bares, terrazas, cafés y restaurantes, repartidos por un centro histórico que es una joya de la Edad Media. Conserva bellos ejemplos de arquitectura tradicional bretona: casas con los característicos entramados de madera (pans-de-bois), ventanas de colores, balcones, arcadas... Una imagen de lo más cautivadora. QUÉ VER EN VITRE 1. El castillo de Vitré Este imponente castillo se alza sobre un espolón rocoso que domina el río La Vilaine. Conserva elementos característicos de los recintos fortificados medievales: puente levadizo, foso, grandes torres, patio de armas... Los tejados de pizarra de las torres le confieren un aspecto fantástico. Fue construido en el siglo XI y desde entonces hasta el siglo XV sirvió de fortaleza. Dada su ubicación, era un baluarte en la defensa de la frontera entre el Condado de Bretaña y el Reino de Francia. El interior del castillo alberga una capilla renacentista y un museo. 2. Iglesia de Notre-Dame de Vitré La iglesia de Notre-Dame es una visita obligada de Vitré. Fue construida entre los siglos XVI y XVII. En su admirable fachada destacan los pináculos, su artística puerta es otro elemento a destacar. El interior es más sobrio, con predominio de la piedra que crea un aspecto más uniforme. 3. La puerta de Saint-Pierre/La poterne de Saint-Pierre Esta puerta medieval se abre delante de la iglesia. Es la única que se conserva de las 4 que existían en Vitré. 4. Rue de la Poterie La Rue de la Poterie es una de las más fotogénicas de Vitré. A ello contribuyen sus casas de entramado de madera con contraventanas de colores, así como los soportales con numerosas tiendas. El edificio más singular es la "Maison de l'Isle". Una casa construida entre los siglos XVI y XVII, cuando Vitré vivía su desarrollo comercial.