Encuentra hoteles de playa en Westfjords

Un guest house con muchísimo encanto. Todo estaba muy limpio, la cocina comodísima y moderna y unas vistas espectaculares. Estás rodeada de las ovejas, las montañas y la playa al fondo. Más que recomendable en un viaje por los Fiordos del Oeste.

La habitación tenía unos ventanales grandes con unas vistas al mar preciosas, y las camas eran cómodas. Además nos dejaron una cuna, que nos hizo la estancia más cómoda. Para los niños tenían un baúl de juegos que hicieron más amigable la estancia de la niña. La persona que nos atendió no hablaba inglés pero trató por todos los medios de hacerse entender y fue muy hospitalaria. La cocina está bien equipada, tiene de todo, y hasta café caliente pudimos prepararnos.

El personal súper amable, tanto recepción como restaurante. Un abrazo especial para los camareros españoles que nos hicieron sentir como en casa. Esta bien para pasar una noche y el precio es correcto.

Es una preciosa casa, en un lugar increíble. Con vistas al fiordo maravillosas. Casa cómoda y muy bien equipada, estupenda cocina, numerosos electrodomésticos último modelo a disposición de los huespedes, bonita sala de estar/salón.... una terraza con hamacas para tomar el sol.

La habitación estaba muy limpia y espaciosas. Fue muy cómodo todo y el sitio es una maravilla

Las habitaciones eran muy grandes. Nos dieron un apartamento que tenía de todo. Las vistas al mar y la amabilidad de los empleados (todos hablaban español) El desayuno muy bueno

El hotel está bien situado, a pie de carretera, al lado de una granja (de los mismos dueños) y con una cascadita y una playa al lado. Tiene buenos servicios: una cocina, un comedor y varios salones. Aunque era un alojamiento de baños compartidos, tenían 5 baños disponibles, y eso hacía que siempre estuvieran libres. Y estaban limpios y las duchas funcionaban bien.

Una casa muy antigua y atestada de huéspedes. La habitación triple que nos tocó era enana y una exageración por el precio que estás pagando. La cocina tenía de todo para prepararte tu comida aunque era un ir y venir de gente (imagino que del camping). A veces la casa estaba llenísima y con bastante ruido. Vamos, por ese precio nos sentimos un tanto atracados. Eso sí, el enclave maravilloso.

La ubicación es excepcional, en la ladera de un fiordo que se abre a una tranquila playa a mar abierto. Gran parte de las habitaciones dan a ella y si no es el caso puede accederse libremente a una zona común acristalada. La cocina es amplia y se encuentra super equipada y los aseos se hallan en perfecto estado. Ojo, las fotografías que dan cuenta del alojamiento no muestran ninguna de sus cualidades y no le hacen justicia en absoluto. Ellos sabrán por qué :-)

El desayuno estupendo. La atención mejor pues al no dominar el inglés nos vino muy bien que hablara perfectamente español pues vivía en la Playa de la Zenia en Orihuela. (no era española). Lo mejor de todo era que el pueblo tenía en la orilla del mar tres jacuzzis para uso gratuito y encima a las 10 de la noche (en esta época no se hace de noche) nos pasamos más de una hora solos contemplando aves marinas delante.