Chalets de montaña en Podgorica

Nosotros somos españoles y nuestro inglés no es el mejor sin embargo el dueño fue muy amable y se hizo entender en todo momento incluso recomendándonos el camino hacia un lago cercano y el pico de una montaña para ver las vistas. El lugar es lo que es, un valle entre montañas con una familia granjera. Estuvimos entre Vacas, unas 25 aproximadamente y gatos y caballos. Es lo que imaginas cuando piensas en naturaleza o granja. Cogimos el alojamiento más barato, tenía enchufe, un pequeño calefactor y 3 camas, luego tenía un baño y cocina comunitaria pero como estábamos solos era prácticamente nuestro. Volveremos sin duda

Ranko y Tanja son unos anfitriones increibles. Solo hablan serbio, pero se preocupan de qué tengas todo lo necesario para estar bien, siendo muy cercanos y sinceros todo el rato. Estuvimos en 2 noches distintas (al llegar y al irnos de Montenegro) y en ambas ocasiones nos sentimos como en casa. Incluso el último día, como teníamos el vuelo muy pronto por la mañana, se ofreció a acercarnos al aeropuerto. Recomiendo encarecidamente a toda la gente que vaya a alojarse con ellos.