En lo alto de un barranco de Santa Brígida, esta encantadora casa de campo se erige como un refugio donde descansar y estar en contacto con la naturaleza . Su ubicación privilegiada al borde del barranco ofrece vistas panorámicas hacia los valles y montañas que la rodean y que capturan la esencia de la flora canaria. La proximidad estratégica a Santa Brígida y San Mateo agrega un toque de conveniencia. A tan solo cinco minutos de ambos pueblos, los inquilinos pueden sumergirse en la vida vibrante de estos lugares, equilibrando perfectamente la serenidad de la casa con la actividad cultural circundante. Exterior: La conexión de la casa con la naturaleza es innegable. La posibilidad de avistar lagartos canarios en el jardín y despertar con el canto de los pájaros crea una sinfonía natural que envuelve la propiedad. Los sillones del porche con vistas al jardin y la montaña invitan a relajarte y sumergirte en la tranquilidad del entorno natural mientras disfrutas de un buen café o libro. Por otro lado la amplia mesa exterior para 8-10 comensales crea el escenario perfecto para disfrutar con familia y amigos al aire libre.