Disfruta de la comodidad de este alojamiento original y céntrico. Ubicado en el Albayzín Bajo, nuestro acogedor apartamento está a 4 minutos andando de la Catedral y a escasos metros de Gran Vía de Colón, una de las arterias principales desde donde te puedes desplazar fácilmente a todos los rincones de Granada andando o en autobús. El edificio tiene patio y ascensor. El apartamento está en el segundo piso y consta de: - un amplio salón con un pequeño balcón a Calle Elvira, - un cómodo sofá chaise longue que se transforma en una cama de 100 por 220 cm - aire acondicionado tipo split, - calefacción por radiadores eléctricos en todas las habitaciones - smart TV con Netflix, - WiFi (en todo el piso), - cocina totalmente equipada, con frigorífico, lavavajillas, lavadora, horno, microondas, 2 cafeteras moka, batidora, tostadora, hervidor de agua y menaje de cocina. - 1 baño con ducha hidromasaje, mampara y bidet. Secador de pelo y calefacción. - dos habitaciones, un dormitorio con cama de matrimonio de 135cm y un dormitorio con cama de 90cm. El apartamento es de amplia altura libre con artesonado de madera en techos de todas las dependencias. Cocina y salón son un espacio abierto. Cada una de las instancias se puede separar del resto mediante una puerta. Los huéspedes tendrán acceso a todas las zonas del apartamento.

Hola, soy Marzia. Italiana de nacimiento, he vivido y he viajado en muchos lugares del mundo. Hablo español, italiano e inglés. Hace 15 años me enamoré de Granada y Andalucía. Desde entonces vivo en esta ciudad maravillosa. Amo los animales, leer, la montaña y dibujar. Como anfitriona espero mostrar a otros viajeros la misma gran hospitalidad de la que he disfrutado en todo el mundo. Será un placer alojar en mi apartamento a los viajeros que quieran descubrir Granada y dejarse atrapar por su magia. El apartamento está ubicado en una de las zonas más característica y cómoda para disfrutar de la ciudad y tendrá todo el apartamento para usted.

Hay dos visiones del bajo Albayzín: una de ellas aún desciende culebreando por sus calles encaladas, disfrazándose de zoco árabe en las calles Calderería, entre el té a la menta y el aroma de las shishas. La otra transcurre en paralelo a la colina de la Sabica, bajo la permanente sombra de la Alhambra. Ambas guardan la nostalgia del pasado árabe.