Los viajeros con presupuesto ajustado saben que una de las mejores maneras de sacarle partido a un viaje es alojarse en un albergue: saldrás a descubrir el destino durante el día e intercambiarás anécdotas con otros viajeros en la cocina o el bar por la noche. El tipo de habitación más común en los albergues es el dormitorio compartido con baño también compartido, pero también suelen contar con habitaciones privadas para quienes quieran pagar un poco más.
La ubicación porque está en una zona no muy masificada de gente y relativamente cerca de la playa. La piscina y el desayuno del buffet fue bastante aceptable. La mayoría del personal fue súper amable, tanto las/los recepcionistas como los hosteleros encargados del buffet y del bar. Las cosas que pedimos o necesitamos fueron atendidas de forma rápida y eficaz. Recalcar también que la habitación disponía de una terraza súper maja aunque podrían mejorar el mobiliario, ya que estamos hablando de un hotel de **** estrellas.
Un apartamento situado en una urbanización tranquila y con aparcamiento a la puerta. Zona para familias, no para jóvenes que quieran juerga. La playa a 200 metros, enorme. Para ir a descansar. En agosto nos comentaron que estaba lleno, pero en julio era una maravilla. Cuenta con dos terrazas maravillosas.
Muy tranquilo.
En general todo pero debo de decir que el personal de recepción fueron súper profesionales en todo momento y el personal de la hostelería en el comedor impecable mejor creo que imposible con una atención enorme y en especial el camarero Cristóbal
La ubicación es bastante buena ya que tiene cerca la playa y opciones de hostelería. El desayuno correcto, con un poco de toto. La habitación amplia con buena cama y buena ducha.
La piscina! La tranquilidad! Las señoras de la limpieza, los operarios de jardines y los jóvenes de los espectáculos. Los camareros de la cafetería de la entrada y las camareras y camareros del restaurante, excepto uno!
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